Lograr que los edificios informen de sus daños internos
Cuando un camión pasa junto a un edificio las vibraciones que se generan pueden viajar a través de la estructura hasta la azotea y bajar de nuevo generando temblores minúsculos que recorren sus elementos estructurales.
En el MIT, el equipo conformado por M. Nafi Toksöz, Hao Sun, Oral Buyukozturk, Aurélien Mordret y Germán A. Prieto, ha desarrollado un modelo que analiza esas vibraciones y pueden proporcionar data valiosa sobre la estabilidad de un edificio.
El modelo podría ser empleado para monitorear cómo cambia la «salud» de un edificio con el transcurso del tiempo buscando para ello señales vibracionales que delaten daños o de tensión mecánica capaz de provocarlos.
Por ejemplo, apenas terminado un evento sísmico el modelo mostraría de inmediato los cambios sospechosos dentro de la data analizada e indicaría si hay o no daños en la estructura del edificio, y en caso de haberlos mostraría dónde exactamente.
Los ensayos del modelo se llevaron a cabo en el Green Building del MIT, edificio de concreto armado de 21 niveles que es la estructura más alta de su campus en Cambridge.
Esta nueva técnica proporcionará vigilancia continua y una base de datos que haría las veces del «historial médico» del edificio, de un modo parecido a como los cambios en peso, tensión arterial y otros parámetros pueden revelar en una persona que su estado físico ha sufrido un cambio potencialmente negativo.
Hao predice un futuro en el que todos los edificios estén equipados con sensores y algoritmos de procesamiento central que puedan monitorear su propia salud en tiempo real, emitiendo alarmas tempranas si es necesario.
Dentro del ciclo de vida del proyecto solemos terminar nuestro trabajo con la puesta en servicio; estos avances nos llevan más allá, en un esfuerzo por darle una mayor vida útil y seguridad a nuestras construcciones.
M. Nafi Toksöz, Oral Buyukozturk y Hao Sun. (Imagen: Jose-Luis Olivares/MIT)